lunes, 20 de octubre de 2014

FINAL FANTASY XV

Square Enix navega en un mar de dudas de planificación ya desde Final Fantasy XIII, con un presupuesto tan desorbitado que probablemente tuvo que refinanciarse a través del lanzamiento de sus particulares episodios. Final Fantasy XIV no fue una excepción, con un estreno inicial decepcionante que necesitó una actualización completa para levantar cabeza. Es lo que tiene meterse en desarrollos tan colosales, los cuales para bien o para mal se han convertido en norma dentro de la factoría Square Enix.

Hasta luego, Nomura

Final Fantasy XV se empezó a plantear hace nada más y nada menos que ocho años. Por aquel entonces tenía una denominación diferente (Versus XIII) y contaba con Tetsuya Nomura como mente principal, encargado del concepto, historia y personajes. Pero claro, tanto tiempo da para muchos cambios. Hoy ya sabemos que el papel del creativo lo ha retomado Hajime Tabata, el cual de hecho pide a los seguidores que reinicien sus relojes desde el año 2012, momento en que entró en esta difícil aventura.

Espero que los jugadores reseteen sus relojes con mi entrada en el proyecto

Son muchos los seguidores que dudan de Tabata por su historial: con Type-0 y Crisis Core entre otros. Títulos poco convencionales que por otra parte se corresponden con lo que será esta nueva entrega. Puede que al fin y al cabo haya sido la mejor elección. Un hombre alejado de las convenciones para llevar la magia de esta fantástica saga a una nueva generación de usuarios. Sabemos que la idea da un poco de miedo, pero ya se ha expresado que aunque sea algo más "casual" en ningún caso se sacrificará la profundidad.

El sistema de batalla, elemento central de cualquier Final Fantasy que se precie, es claro representante de este enfoque. Será en completo tiempo real, marcando un punto de inflexión dentro de la serie principal. Se persigue un flujo de acción dinámico, con movimientos rápidos y hasta ataques combinados que se llevan a cabo según el contexto. Todo sin olvidar un cierto toque estratégico, que atañe a la configuración de armas o la propia conducta de nuestros aliados.

Final Fantasy XV
Tetsuya Nomura y Hajime Tabata.
Otro de los ejes centrales en Square Enix será encontrar el correcto equilibrio entre narrativa y libertad de acción. En la famosa epopeya de Lightning ya sabemos que esto no supo resolverse de la mejor manera, pero parece buena noticia que en Final Fantasy XV vaya a apostarse por un entorno vasto. Lo mostrado en el reciente Tokyo Game Show no deja lugar a dudas: la historia va a cambiar… y para bien. El hecho de que los personajes se muevan con un coche no es detalle banal. El entorno podría estar interconectado y ser enorme.

No se han concretado al cien por cien los recursos tecnológicos, pero todo apunta a un motor propio que es de esperar que saque partido de Luminous. Lo visto hasta ahora abre esperanzas a ver un Final Fantasy completamente "next-gen", no sólo por la inclusión de un ciclo día-noche (con una duración de 30 minutos), sino también por cuestiones de escala.

Todo sin sacrificar la trama. Tabata ya ha adelantado que no siempre tendremos libertad, con el objetivo de aportar esos toques cinematográficos y de epicidad cuando se requieren. Desde luego, el argumento promete, y eso que no nos resulta especialmente original. Haciendo un resumen rápido, tenemos al único reino del mundo que aún mantiene el poder de un cristal y una dictadura envidiosa que no puede soportarlo. El conflicto estalla, y entre medias tendremos a un príncipe y tres de sus mejores amigos.

Final Fantasy XV (PlayStation 4)


Aunque simple, si esto se ejecuta bien puede funcionar. Visualizando imágenes y vídeos algunos incondicionales podrían sentir una pérdida de identidad, pero para ellos conviene recordar unas afirmaciones importantes: "Traeremos de vuelta elementos icónicos de la serie". Pongamos aquí a Chocobos y demás elementos incondicionales de los Final Fantasy. Todo es posible en un desarrollo que todavía tiene mucho por descubrirnos, más que nada porque se encuentra al 55% de ejecución.

Unos 200 trabajadores siguen trabajando para que esta nueva fantasía se haga realidad, y a nosotros sólo nos queda hacer lo que le tocó al papa Julio II: esperar. Los nipones siguen levantando su obra, una mastodóntica, con idas y venidas, pero que si les queda tan bien como las pinturas de la Capilla Sixtina a Miguel Ángel, podremos darnos por satisfechos. Así que no tengáis prisa. Por mucho que preguntemos cuándo acabarán, probablemente nos responderán que cuando terminen. Así son los artistas...

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