"El
nuevo proyecto pretende cubrir las necesidades del público europeo",
decía el líder de la división europea de la compañía nipona, Shinji
Hirano. "Sabemos lo que ha ido mal en PES y estamos trabajando en ello.
La nueva entrega cambiará completamente. PES 2014 fue un episodio de transición para la franquicia, por lo que ahora podéis esperar grandes cosas".
El regreso prometido
Tras los primeros partidos con el nuevo PES 2015, empezamos a notar esos cambios en el simulador de fútbol de Konami que comentaba Hirano hace unos meses. La nueva generación y los ajustes del motor FOX Engine están sentando realmente bien a la franquicia, y eso se nota desde el mismo momento en el que el esférico se pone en juego, con una buena transición entre los momentos del partido, las repeticiones y los planos cercanos a los jugadores, que ahora lucen a buen nivel sin esas molestas ralentizaciones ni pequeñas cargas en el camino. Se nota que este motor está más concentrado en las nuevas consolas, como ya pudimos notar en Ground Zeroes, comportándose de forma mucho más suave en todos sus aspectos.
En general, PES 2015 en su versión de PlayStation 4 que pudimos jugar en el reciente E3 2014 se ha comportado de manera sólida, y luce muy bien gracias sobre todo al potente motor de iluminación
del engine de Kojima Productions. Las captura facial sigue estando a
debate debido a la escasez de equipos que había disponibles así como la
decisión de Konami de no utilizar a los jugadores para el proceso, pero
tanto el aspecto global de los futbolistas como el del terreno de juego
lucen mejor que nunca, ya que es la primera vez que vemos un césped realista,
por ejemplo, cambiando la textura más plana de PES 2014. Todavía queda
por ver si el trabajo puesto para esta edición alcanza al realizado con FIFA 14,
que ya empezó a ofrecer grandes resultados en las nuevas plataformas en
su edición del año pasado, realizando en el presente mejoras de
iluminación, modelados o en el propio terreno de juego con las
imperfecciones en tiempo real dejadas por los jugadores.
No sólo el paso a la nueva generación se nota en el apartado técnico, que empieza a estar en consonancia con su rival; la fluidez,
uno de los baches más discutidos de la anterior entrega, está siendo
solventado con un mejor ritmo en los partidos. PES 2014 era un juego con
una velocidad bastante lenta, tanto que algunos usuarios llegaban a
subir un punto la velocidad de juego para hacerlo menos tedioso. Las
nuevas animaciones y movimientos de los futbolistas, así como su
comportamiento en el campo, hace poco necesario ajustar los parámetros
técnicos. Se ha puesto más cuidado a la hora de recibir el balón, de
girarse a portería y en esos momentos donde los compañeros no parecían
notar que el balón pasaba a su lado. Esto ayuda a crear mejores jugadas,
un buen equilibrio entre el estilo de toque habitual en anteriores años
y el juego individual de PES 2014. Se nota también en los desmarques
de los delanteros, que afrontan el pase de cara a portería con mayor
tino y sin retrasar la ocasión. Gracias, sobre todo, a unos mejores
pases al hueco que esta vez parecen tener una buena precisión y
respuesta por parte del receptor, tanto en los ajustes básicos como en
los avanzados sin romper el juego con el famoso "triangulazo" en los
primeros casos, ni ser poco útil en los segundos.
A lo ya mencionado se suma unos porteros
que realizan actuaciones más realistas, evitando cantadas y errores en
los despejes de libro, mientras realizaban verdaderas palomitas en los
tiros más inverosímiles. Ayuda también una defensa con mayor
sentido común, bastante más controlable que en entregas anteriores donde
podía ser difícil parar la estrategia de los delanteros, gracias sobre
todo a un sistema de colisiones que no entorpece, sino que trata
de comportarse fielmente. Así, encontramos menos situaciones en las que
los jugadores chocan unos con otros, donde hay contacto sin falta y
pérdidas de tiempo en volver a levantarse. Lo cierto es que una de las
mayores virtudes de PES 2014 eran sus animaciones, muy bien trabajadas,
que únicamente deslucían en el contacto con otros jugadores. Fue un
trabajo muy laborioso que este año se ve más recompensado, con más
pulido en los movimientos y mejor contacto a la hora de luchar por el
balón. En general, el control parece haber recibido una gran
cantidad de pequeñas mejoras. Se nota desde la utilización del segundo
stick para maniobrar hasta un botón R1 en el caso de PlayStation 4 con
el que podemos pisar el balón, protegerlo o cambiar la dirección. Si
bien este tipo de movimientos no son novedad, se antojan más útiles que
nunca.
Estos
primeros partidos han resultado ser una buena toma de contacto, aunque
no definitiva para descubrir todas las novedades que los estudios están
imprimiendo al juego. Se nota que la dirección ha optado por redefinir los pilares de la franquicia
en vez de añadir nuevos y complicados movimientos, dejando esta tarea
para el futuro. En general, el nuevo ritmo de los encuentros hace que
notes la tensión de cada jugada y que los comandos que marcas con el pad
se lleven con mayor precisión al campo, algo que estaba pasando factura
a la serie. Si bien antes el juego captaba nuestras órdenes tenía una
cierta tendencia a ejecutarlas demasiado tarde, mientras que en la
edición de este año parece haberse subsanado teniendo más precisión a la
hora de meter la pierna, realizar y recibir los pases y sobre todo
tirar a puerta.
Es
demasiado pronto para saber si las palabras de Hirano unido al trabajo
combinado del nuevo estudio inglés y el equipo de Matsuda Hei dan como
resultado el PES que los aficionados se merecen. Las intenciones por
realizar un regreso impactante son claras, y la primera toma de contacto
deja entrever que esta generación quieren empezar con buen pie. La cita
no se hará esperar mucho más, pues sólo quedan tres meses para septiembre, cuando saldremos de dudas y podremos corroborar si el fútbol de Konami recupera el legado de la generación PlayStation 2 con PES 2015. Su público lo espera con ansia.
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