viernes, 17 de octubre de 2014

Watch Dogs: Bad Blood


En esta ocasión nos pondremos en la piel de T-Bone, el hacker que ayudaba a Aiden Pearce en la aventura principal. Fue él quien creo el código base del sistema ctOS que controla la ciudad de Chicago y el mismo que introdujo un virus en el sistema causando el mortal apagón de la ciudad en 2003. Vamos, que es un crack, que ya pirateaba su Spectrum cuando Aiden tomaba biberones. Un hacker de los de toda la vida, de los que salen en la películas con patines en línea. Todo sucederá tras los acontecimientos de la trama principal con Aiden, por lo que veremos a personajes conocidos del original y sabremos qué ha pasado con ellos tras el final de Watch Dogs.

                                      

Un viejo hacker con nuevos juguetitos

En nuestra priemera misión tuvimos que escapar de una zona repleta de enemigos con Ray (el nombre real de T-Bone) para luego seguir el rastro de un grupo de agentes y conseguir rescatar a un viejo amigo de Ray, Tobias Frewer, del maletero del coche de uno de ellos. Las sensaciones, hasta este momento, son idénticas a las que vivimos jugando a la campaña principal de Watch Dogs.

Eso sí, una vez terminado el primer acto, las opciones crecen considerablemente. En las siguientes misiones el nada estereotipado T-Bone muestra sus maravillosos juguetitos que diría el Joker de Nicholson. El más llamativo es su coche teledirigido que, además, hasta tiene nombre, Eugene (el pobre T-Bone me parece que necesita salir un poco más de ligoteo por Chicago y dejarse de tanto hackeo). Una vez que lo desbloqueamos en la correspondiente misión principal podemos utilizarlo en cualquier momento para llamar aún menos la atención de nuestros enemigos.

La cámara pasa a una vista en primera persona en la que controlamos el coche. Gracias a su teléfono incorporado no solo podremos ver todo lo que vea el juguetito sino que también podremos hackear todo tipo de dispositivos como el mismísimo T-Bone. Incluso podremos obtener un buen número de mejoras que nos permitirán noquear a los enemigos con una descarga eléctrica, por ejemplo.

También contaremos con nuevas armas y nuevas habilidades de hackeo, como completar algunos minijuegos de conexión de nodos, pero lo más novedoso será su modo cooperativo.


Hackeando con los amigos

Hasta ahora solo podíamos disfrutar de la compañía de otros jugadores en los modos competitivos de Watch Dogs o en las invasiones durante la campaña, pero no de modo cooperativo. Pues para eso está Bad Blood, para corregir uno de los mayores errores del juego original. Después de haberlo probado, entendemos menos aún que la posibilidad de jugar con un amigo no se contemplase y se incluyese desde un principio.

Las 10 misiones principales que conforman la historia de T-Bone en Bad Blood seguirán siendo para jugar en solitario pero podremos completar las misiones secundarias, llamadas Limpieza Callejera, mano a mano con un amigo. Y, por lo que vimos en el menú de progreso, tendremos que completar nada más y nada menos que 89.

Son pequeñas misiones, al estilo de las que protagonizaba Aiden en la aventura principal, en las que debemos incapacitar a determinados objetivos, hackear el teléfono de un agente sin que nadie se dé cuenta de nuestra presencia o trabajos de conductor, por ejemplo. Estas tareas las realizaremos en colaboración con una detective de la policía, fastidiando el trabajo de 3 bandas callejeras que campan por Chicago. Además, también tendremos 2 nuevas investigaciones, que nos obligarán a patear toda la ciudad en busca de las pistas que nos desbloqueen la misión en cuestión.



Jugando con un amigo las experiencias son, lógicamente, más entretenidas, combinando las habilidades de los dos jugadores (son idénticas en un principio aunque luego desbloqueamos nuevas habilidades a nuestro aire) para acabar las misiones con estilo. En este sentido se han incluido objetivos secundarios dentro de cada misión, como acabarla sin saltar ninguna alarma, por ejemplo. Un añadido que tampoco nos explicamos cómo no se incluyo en la aventura de Aiden.

Lógicamente, el apartado gráfico es calcado al de la aventura que disfrutamos hace apenas 4 meses. Al margen de polémicas con el bajón gráfico respecto al E3, de si cumplía o no con el hype que había creado la propia Ubisoft o de si definitivamente sale en Wii U (polémica resuelta hace poco), Watch Dogs nos pareció un juego notable en su lanzamiento y lo mismo nos parece Bad Blood hasta ahora aunque mejorado, principalmente por la inclusión del modo cooperativo para 2 jugadores.

Bad Blood llegará a Xbox One, Xbox 360, PS4, PS3 y PC el próximo 30 de septiembre, a no ser que os hagáis con el pase de temporada, con lo que podréis jugar desde el 23 de septiembre.
 

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